Por Alejandra Rojas 1º bachillerato B
Un grupo de investigadores ha diseñado un proceso microbiano para transformar etanol en ácido caproico, un ácido carboxílico muy valorado por ser un versátil precursor de biocombustible. El etanol ya es un biocombustible ampliamente utilizado, pero su fabricación es costosa, debido a que es soluble en agua y requiere destilación, un proceso industrial que consume mucha energía. Además, el etanol se puede usar como combustible para automóviles, pero no para aviones.
Por el contrario, el ácido caproico tiene bastantes ventajas sobre el etanol: Repele al agua, por lo que es más fácil separarlo de ésta en el proceso de purificación. También es más versátil, ya que tiene usos potenciales muy diversos, por ejemplo, en comida para animales o como agente antimicrobiano.
Esto hará permitirá idear procesos para la producción de combustibles líquidos en cantidades industriales y al costo más bajo posible, y lograr mejores características energéticas para así permitir que los biocombustibles reemplacen al mayor número posible de combustibles fósiles.
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